Para Avanzar...

Sería conveniente la superación de los aprendizajes para extender el propio pensar, que es la superación de las nuevas experiencias, y poder emprender los contenidos que pueden hacernos comprender el motivo de lo que es aprender.

Para avanzar en el sendero de la SERENIDAD necesitamos aprender la cualidad del CORAJE

Podemos comprender el significado de tener coraje para saber el significado de hacer el importante trabajo de aprender.

La acción es lo importante y lo importante es hacer. Entender este proceso es entender la acción. Es de todos la acción para que todos podamos aprender.

El proceso de entender lo que estamos haciendo en la vida es poder entender que todos nosotros venimos a aprender, y es posible que lo que nosotros hacemos contenga el producto de lo que somos, pues es importante avanzar en la comprensión de lo que vamos haciendo para referir el sentido de que todo lo que hacemos es la consecuencia de lo que somos.

Es de todos la comprensión de lo que significa ser a partir de razonar lo que vamos haciendo, que es la opción de estar haciendo el hacer, que es hacer lo que deseamos hacer; porque desistir de la acción es poder entender que nosotros no tenemos el valor suficiente, que es sentir la inquietud de lo no hecho por sentir la tímida respuesta, que es no prestarle atención a lo que es de nuestro hacer por no ejecutar la acción, que es no hacer el sentir, para ser los que podamos comprender el proceso de la no acción, para después distinguir la no reacción. A la vez, suplantar (que es hacer otro hacer por ser ambiguos, ya que actuamos sin la seguridad de hacer el importante hacer) la posible conducta, por no prestarle atención, y así, hacer la expectativa para creer que los demás son los que no nos dejan hacer. Así, los demás prefieren hacer lo imposible para defender su postura, porque no saben cómo hacer para sentir el instinto de saber aprender.

Podemos comprender a los que no les interesa que todos nosotros tengamos la opción de aprender, por lo que es necesaria la interpretación de todo lo que estamos haciendo en esta vida, por ser distinta la acción a la no acción. Es posible la desilusión de los que no saben cómo salir de esta situación, por no suplir la necesidad de hacer la acción que deseamos hacer por la reacción de hacer lo que en realidad queremos hacer.

Para suplir la necesidad de hacer por la acción, podemos comprender que todos somos los responsables, y que es de nuestro proceder realizar la acción y, a la vez, suplir con lo que de verdad queremos hacer. Es necesario que nosotros entendamos este proceder, a la vez que intentamos hacer lo que es necesario que hagamos, porque el no hacer significa la no reacción a la vida, por lo que es necesaria la actitud de realizar la acción.

Teniendo en cuenta la no reacción, es necesario que entendamos que la no reacción es inversa al hacer lo que deseamos hacer, y en nosotros mismos no sentimos la respuesta a la no reacción, por lo que no sentimos que podemos hacer, ni poder indicar a los demás que podemos hacer distinto, porque no sabemos cómo comprender que podemos hacer otra opción, que es inviable, ya que no comprendemos el desarrollo de la cuestión, a la vez, sin saber la superior indicación que nos indica el proceso por el cual aprendemos y acceder a la realización de lo que queremos hacer.

Es necesario que podamos comprender la reacción, porque no es lo mismo la seguridad de los que ya saben enfrentar el propio sentimiento de inestabilidad por quienes no entienden el proceso de aprendizaje, a la situación de no poder enfrentar por la falta de confianza. Somos nosotros mismos los responsables de la no acción, para no comprender los procesos por los cuales dejamos de hacer.

Puede ser que tengamos la opción para hacer lo que queremos hacer, sin ser viable para conseguir hacer por no tener opción, ya que no podemos prever las circunstancias que son proclives a los acontecimientos que son viables para estar bien, y es natural que no hagamos. Hemos de prever que nosotros no tenemos el matiz que sea del sentir que es de tener coraje, para enfrentar el enfoque que prevea mantener la conducta de ser los que podamos enfrentar el inconveniente de hacer lo que queremos hacer, a pesar de los posibles desencuentros, que son los que nosotros enunciamos porque es lo que nosotros suponemos, que es sentir inquietud al considerar los propios temores, por lo que es necesario estar siendo objetivos y formalizar un pensar que sea coherente con el juicio de ser los que podamos comprender.

A raíz de no saber cómo comprender, hemos de querer estudiar la situación para no encubrir el posible fraude, que es la situación errónea de sentir que no es lo que nosotros deseamos hacer, porque no comprendemos lo que es no hacer, a la vez que soportar en el instante que aparece la cuestión que no podemos hacer, porque es significativo que no comprendemos el matiz que puede hacernos comprender el motivo por el cual hemos dejado de hacer.

Como respuesta a lo que nosotros entendemos, podemos suplir con el esfuerzo de estar haciendo nuestro aprendizaje, que es la cuestión de poder sentir que nosotros podemos hacer, que es hacer la acción de nuestro verdadero sentir.

Hemos de entender el proceso de no estar en el matiz que es no entender el proceso de nuestro aprendizaje, por lo que es necesario comprender lo que nosotros esperamos hacer, que es lo que deseamos. Hemos de considerar que aun no podemos comprender los procesos por los que vamos aprendiendo.

Hemos de tener en cuenta que nosotros no comprendemos los procesos propios de lo que es aprender, puesto que no comprendemos los matices de las oportunidades que nosotros podemos comprender, por lo que hemos de considerar la propuesta del Ser a raíz de prestar atención a lo que nos ocurre, que es sin duda alguna el proceso de aprender. Es a raíz de lo que nos pasa la intención de saber apreciar el desencuentro (que es separar la acción del proceso de sentir el estado de hacer el aprendizaje con el propio sentir del Ser), que nos indica la perturbación emocional que puede diferenciar el estar aprendiendo, para observar el matiz que es impropio de la comprensión que es de la cualidad.

Hemos de comprender que nosotros aun no tenemos la opción de entender el propio pensar, que es interpretar el proceso de atender a las indicaciones del proceso de pensamiento para observar el proceso del pensar, para saber los entresijos de ser los artífices del proceso de estar haciendo lo posible para ser los que podamos comprender. Es necesaria la atención para aprender a desarrollar el potencial que oportunamente iremos adquiriendo.

Es posible la no comprensión de los problemas para después no prevenir que nosotros somos los responsables de la no acción, por lo que no podemos obviar que nosotros no nos enteramos de los problemas, que son los actos que no contienen el producto de lo que no somos en el momento actual, y pudiendo ser los que queramos mantener el contenido de lo que aprendemos, no somos conscientes de lo fácil que supone el aprender.

Podemos comprender los motivos por los cuales no aprendemos, y es a raíz de que no comprendemos lo que hacemos, por lo que no nos interesa mantener la inseguridad, para después no hacer el entresijo de pensar en los posibles acontecimientos que surgirían si hiciéramos, por lo que no podemos obviar que nosotros impedimos hacer lo que es necesario que hagamos para sentir las propias acciones, que teniendo el derecho de hacer son propias de nuestros actos.

Es necesario indicar que no todo lo que hacemos es propio de los que hacen el bien; a la vez, podemos saber que en nuestra acción es imposible de comprender los supuestos que es de la acción que es de bien, a la vez que no siempre podemos comprender los propósitos de nuestras acciones.

Es preferible que nosotros comprendamos lo que significa la no reacción a la vez que entendemos los supuestos de la no acción, que son los indicados anteriormente, por lo que es necesario saber que el vivir es simplemente hacer.

Es necesario que nosotros entendamos que podemos comprender en profundidad las reacciones, y es simplemente que nosotros podemos entrever las situaciones por las que no podemos hacer. Es preciso que nosotros comprendamos las supuestas acciones que derivan del no hacer, que es simplemente que nosotros no tenemos el valor que es necesario para emprender la acción, por lo que es necesario atestiguar que hemos de hacer. Es simplemente que entendemos el no hacer.

Estamos intentando comprender el coraje para comprender que hemos de hacer, porque no hacer es la manera de reprender la acción, que es no hacer lo que nosotros deseamos hacer.

Podemos comprender que el coraje es acción y a la vez la intención de hacer. Es difícil la acción que hemos de emprender hasta que no comprendamos que hemos de emprender lo improbable, que es la acción que nosotros no comprendemos, ya que es imposible comprender lo que todavía no hemos llegado a comprender.

El coraje es un continuo estímulo. El coraje hace que sintamos valor para hacer aquello que no nos atrevemos a hacer.

Necesitamos la cualidad del coraje para sentir el valor para enfrentarnos a los nuevos acontecimientos que surgen en nuestra vida sin sentir inquietud.

Entendemos con esta cualidad que en nosotros siempre hay un ímpetu que procede de lo más profundo de nuestro interior, que es en la profundidad donde podemos encontrar el eterno sentir, que es el camino de la acción que es del Ser, para que todos podamos encontrar cómo aprender. Así, nosotros tenemos la posibilidad de emprender el propio proceso de nuestro real aprendizaje, para servir a nuestro propio interés de hacer el camino que ayude a nuestro propio sentir, que es de todos los que podemos ofrecer este profundo saber. Es para todos este conocimiento pues es de todos este aprendizaje.

Es lo mismo que lo que tú deseas. Es la acción la que impulsa a la acción para que todos podamos hacer este camino, porque es el sentir de que somos los que hacemos el propio proceso lo que hace que estemos haciendo el propio avance, que es de todos los que hacemos el propio proceso comprender los desenlaces que interfieren en nuestro hacer, porque nosotros hemos de comprender el propósito de nuestras acciones, que es lo que nosotros hacemos, para sentir lo propio en nuestro interior y ser los que tengamos la opción de entender nuestro propio camino de aprendizaje.

Con la apertura a los nuevos acontecimientos que surgen en nuestra vida estamos intentando profundizar en la comprensión de lo nuevo, que es lo que todavía nosotros no hemos llegado a comprender. Cuando nosotros sentimos coraje y hacemos lo que deseamos, daremos espacio para vivir experiencias nuevas, y habremos observado lo que pasa cuando nosotros hacemos. De las nuevas experiencias comprendemos que podemos extraer ideas nuevas que nos hacen comprender de distinta manera. Entenderemos que nosotros vamos cambiando nuestro comportamiento.

Cuando nosotros le ponemos freno a ese impulso, cuando paralizamos la acción, que significa que no nos atrevemos a hacer lo que deseamos hacer... decidir... expresar... decir... ir... enfrentar... escrutar... emprender... cambiar..., estamos limitando la cualidad del coraje, por lo que tendremos el estado de ánimo del miedo y sentiremos perturbación emocional. Las emociones que podemos sentir son frustración, por no haber sido capaces de tener valor, y desasosiego, por la falta de atenuante a la hora de no complicar los desarrollos de la concreción de los puntos de referencia de la supuesta acción. [A este estado se le podría considerar que limita nuestro aprendizaje y se le podría llamar Rock Rose, como el nombre de la esencia que nos va a ayudar a establecer la sintonía con la frecuencia por donde el Ser envía información y es la información que puede hacernos comprender cómo es el aprendizaje de la cualidad del Coraje].

Además, poder sentir que ya no somos capaces de enfrentar, llegando a provocar el estado de ánimo de la indiferencia. Al no ser capaces de enfrentar y tras haberlo intentado una y otra vez sin conseguirlo, desistimos de hacer lo que deseamos, convenciéndonos de que la acción ya no es posible.

Al resignarnos, ya no sentimos la tensión que provocaba el querer hacer, por lo que sentimos indiferencia, y no podemos comprender que lo que antes habíamos deseado no pueda expresarse tras la vergüenza del no hacer. Es indiferencia sin felicidad. Y aunque todos quisiéramos ser felices sería aparente la no acción. [Este estado desequilibra nuestro sistema, pudiendo desequilibrar el sistema que tiende a conservar la salud, y se le podría llamar Gorse, igual que a la esencia de las flores de Bach que nos ayuda a restablecer el original equilibrio que corresponde al natural encuentro con la frecuencia que puede hacer comprender cómo es el aprendizaje de la cualidad del Coraje].

La finalidad de la vida es aprender para sentir que la vida ofrece la posibilidad de aprender.

Para avanzar en el sendero de la LIBERTAD es necesario aprender la cualidad de la VALENTÍA

Para nosotros entender lo que significa Ser hemos de entender el proceso por el cual nosotros conquistamos cualidades, y entender que todos progresamos por el sendero que nos otorga la gran cualidad de Ser, que es expresar lo equivalente a Ser, que es lo que Es. Es por esa razón que nosotros aprendemos y sabremos lo que es Ser. Es para ese fin que nosotros aprendemos y estamos en la situación de expresar.

Es Ser la gran cualidad que puede expresar a lo que Es.

Es Ser la conquista de lo más sagrado, que es poder expresar a lo que Es.

Al hacer este camino de aprendizaje, la gran cualidad que identifica al Ser con lo que Es, hace la gran transformación de asir el estar al estado de ser, para sostener el ímpetu que necesita la gran obra de hacer el inmenso trabajo que hace Ser, porque para ese fin hemos de conquistar Ser.

Es de la necesidad de todos los que hacemos este camino de aprendizaje conquistar la gran cualidad de Ser. Es esa la razón de hacer el camino de aprendizaje de todas las cualidades que nos derivan a la conquista de los senderos.

Es la gran cualidad de la valentía la que nos lleva a la realización de lo que que es Ser, porque es la que puede hacer expresar lo más sagrado que hay en nosotros. "El completo saber de que lo que nosotros expresamos es Ser".

Es de todos el profundo trabajo de entender y comprender el significado de lo que es Ser.

Ser valientes significa ser capaces de expresar lo que somos, de ser según somos, de sentirnos libres de ser sin la represión.

Manifestar es la manera de estar cada uno en el mundo. Nosotros nos manifestamos por ser, por existir, y subyace al deseo de hacer. El deseo está en conexión con la parte que piensa, con lo que creemos que queremos. Nuestra manifestación consta de la verdadera expresión, que es con respecto al aprendizaje de las cualidades que hemos llegado a comprender; del coraje, que es el impulsor por el que la acción puede hacerse; del ánimo. Manifestar es sentir, obrar, proponer, escuchar, afianzar, "mantener la expresión que nos hace manifestar lo que somos, porque al expresar nos conoceremos y así, sabemos lo que hacemos, ya que somos lo que expresamos y así, obtenemos la consciencia de lo que somos".

Nosotros expresamos hasta lo que hemos conquistado. No podemos saber la totalidad de lo que somos porque no podemos expresar lo que todavía no hemos conquistado. La manera de saber qué es la totalidad de lo que somos es una conquista que se efectúa a través del aprendizaje de las cualidades que conforman nuestro desarrollo personal. "Es alcanzar la heterogénea condición de Ser".

Al expresar según somos, estamos expresando según el conocimiento que tenemos de nosotros, estamos expresando según nuestra comprensión, estamos actuando con la veracidad de lo que hay en nosotros, por lo que podremos apreciar lo que somos.

En nuestras acciones comprendemos que se expresan matices de las cualidades que nos hacen sentir aprecio hacia nosotros.

Al sentirnos libres de hacer según somos, comprobamos que también hay en nosotros acciones y comportamientos que son la causa de los efectos que provocan, dándonos la oportunidad de reconsiderar y razonar sobre el efecto de la causa.

Es importante diferenciar la cualidad del coraje de la cualidad de la valentía. La cualidad del coraje es la que nos impulsa para la acción. La cualidad de la valentía es por la que nosotros somos capaces de expresar lo que somos.

Es importante comprender que nosotros no podemos determinar ser como nosotros hayamos estipulado, porque es en nuestro interior como nosotros somos, así pues, nosotros solo podemos expresar lo que somos.

Cuando nosotros no somos capaces de expresar según somos, cuando no tenemos la valentía para dejar salir, a través de lo que hacemos, lo que hay en nosotros, sentimos frustración por no ser, y seremos incapaces de permanecer tranquilos.
Cuando reprimimos porque no somos capaces de ser según somos, sentimos timidez y vergüenza por creer que los demás van a opinar sobre nosotros.
Cuando creemos que la prudencia es sinónimo de ser aun los que estamos esperando el poder estar sin poder admitir la cuestión de ser responsables de la falta de aprendizaje, por no pretender el estudio de las acciones, que es sin duda alguna la parte más intelectual por la que podemos conocer y comprender lo que somos, podemos obviar que lo que hacemos contiene el propio definir de lo que somos para poder apreciar lo propio de sentir ser. Además de sentirnos inapropiados, podemos obviar lo propio de ser los que podamos apreciar el poder sentir lo que somos, para ser los que podamos ofrecer el sentir de ser aquellos que confían en su seguridad porque conocen y comprenden el poder de aprender a defender su opinión, a la vez que admiran a los que pueden defender el prodigio de aprender. Es por lo que podemos pensar que no somos apropiados, y sentiremos frustración porque no confiamos en nuestra validez de ser.
Es de todos no comprender el motivo de no ser como nos gustaría ser, porque todavía no comprendemos que no es posible la acción de lo que no podemos comprender. [A este conjunto que es reprimir nuestra expresión se le podría considerar que limita nuestro aprendizaje y se le podría llamar Mimulus, como el nombre de la esencia que nos va a ayudar a establecer la sintonía con la frecuencia por donde el Ser envía información y es la información que puede hacernos comprender cómo es el aprendizaje de la cualidad de la Valentía].

Incluso podrá suceder el reprimir por completo el estado de ser lo que somos para ser los que hagamos según el posible acontecer, y hasta ser los que seamos inconscientes de lo que hacemos. Este estado determina la incapacidad de permanecer en la dirección para progresar y ser los que podamos establecer las posibles condiciones para estipular y poder comprender el criterio para ser. Este estado genera una profunda insatisfacción y no podemos encontrar la dirección para Ser, sintiendo que no podemos encontrar por dónde dirigir nuestra vida. [Este estado desequilibra nuestro sistema, pudiendo desequilibrar el sistema que tiende a conservar la salud, y se le podría llamar Wild Oat, igual que a la esencia de las flores de Bach que nos ayuda a restablecer el original equilibrio que corresponde al natural encuentro con la frecuencia que puede hacer comprender cómo es el aprendizaje de la cualidad de la Valentía].

La finalidad de la vida es aprender para sentir que la vida ofrece la posibilidad de aprender.

Para avanzar en el sendero de la SABIDURÍA necesitamos aprender la cualidad de la CERTEZA

Todos necesitamos comprender y saber lo que somos. Para ese fin necesitamos la certeza, que es la cualidad por la que sentimos ser.

Comprender, afianzar y observar en nuestro comportamiento la expresión de los matices y características de las cualidades, es ir construyendo nuestro propio sentido de sí en el Ser.

Lo que sentimos puede no ser comprendido, y es a razón de sentir la importancia de ser que nos filtramos en el propio Ser. Además de comprender la importancia de ser, tenemos que entender la importancia de sentir ser, pues es primordial la seguridad en nosotros que define lo propio de ser.

Definir la importancia de ser puede confundir con el propio ser yo indeleble, por ser yo quien opine del bien y del mal. Es necesario distinguir el proceso de ser, que nos anima a ser y que nos dicta el propio sentir de ser, por Ser el único que Es.

Podemos comprender la importancia de ser los que podamos saber ofrecer nuestro sentir y después definir el propio ser que es indeleble al Ser. Para Ser.

Esperamos aprender el producto de lo que somos para después expresar lo conveniente, que es decir el propio saber para expresar el sentir de ser. Además, esperamos ser los que podamos confiar en nosotros, creer en nosotros, no dudar de la posibilidad de ser los que podamos encontrar cómo resolver los conflictos, que es en definitiva creer en la propiedad de ser. Para ese fin estamos sintiendo ser, para Ser.

Cuando sentimos en nosotros que hemos perdido la confianza para saber dirigir el propio camino: "que es el hacer sincero de ser quienes realmente sepamos lo que hay que hacer, que es lo que queremos porque es lo que demanda nuestro interior", perdemos la certeza de nosotros, perdemos el sentir de ser y sentimos una gran frustración, y es la gran duda de nuestra falta de validez la que nos anima a pensar lo infelices que somos, no pudiendo otorgarnos, en esas condiciones, la propiedad de ser; por lo que no pudiendo hacer lo que verdaderamente queremos, por no sentir en nosotros que somos válidos para apreciar lo propio de nosotros, solemos no atribuir validez a lo que es realmente de nuestro propio ser, lo que no contribuye a permanecer en el camino de poder encontrar el modo de saber lo que somos. Este estado nos hace sentir una gran insatisfacción, no pudiendo permanecer con la seguridad de estar haciendo lo que queremos, además de la no propiedad de ser que no puede sustituir a lo que nosotros somos, puesto que lo propio es lo singular que nos permite ser. [A este estado se le podría considerar que limita nuestro aprendizaje y se le podría llamar Cerato, como el nombre de la esencia que nos va a ayudar a establecer la sintonía con la frecuencia por donde el Ser envía información y es la información que puede hacernos comprender cómo es el aprendizaje de la cualidad de la Certeza].

Además, podemos diferenciar que nosotros no encontramos lo que somos cuando no podemos sostener lo propio en nosotros, y no pudiendo ser lo que somos, no podemos extender la posibilidad de ser, por lo que nos mantendremos en la oscuridad y no encontraremos la dirección de seguir en el camino de encontrar ser. [Este estado desequilibra nuestro sistema, pudiendo desequilibrar el sistema que tiende a conservar la salud, y se le podría llamar Wild Oat, igual que a la esencia de las flores de Bach que nos ayuda a restablecer el original equilibrio que corresponde al natural encuentro con la frecuencia que puede hacer comprender cómo es el aprendizaje de la cualidad de la Certeza].

La finalidad de la vida es aprender para sentir que la vida ofrece la posibilidad de aprender.

Para avanzar en el sendero de UNO necesitamos aprender la cualidad de la DECISIÓN

Solo podemos decidir lo que nuestro interior demanda porque solo Uno otorga lo que podemos decidir.

Todos tenemos en nuestro interior al Ser, que vierte con precisión y en el momento presente las contrapartidas de la situación, con el control y la necesidad que permite el hacer, para detener el proceso inicial de ser lo anterior y poder ser según los continuos aprendizajes. Por eso la necesidad de estar en el Ser.

Si pudiéramos comprender la unión entre todos nosotros podríamos entender al Ser.

Además de entender el proceso de Ser hemos de comprender al Ser, porque en su infinitud existe en nosotros, pudiendo permanecer en nuestro interior, siendo la virtud que permite que nosotros podamos recurrir con nuestro conocimiento al posible aprender. Para este fin hemos de comprender las futuras acciones y enmendar nuestro posible hacer, porque es en nuestro decidir que tendremos la oportunidad de ser quienes podamos comprender el futuro de nuestras acciones, y ser los que podamos decidir.

Para entender el proceso de decidir, tendremos que comprender la acción que es vital de nuestro hacer, y ser quienes podamos entender que nuestro proceso de aprendizaje es continuo, y para comprender este proceso, hemos de interponer la acción que de nuestro interior sale.

Si pusiéramos empeño en hacer lo que demanda el Ser en nuestro interior estaríamos evitando la transmutación de la cualidad, para ser los que podamos decidir el hacer que es el correspondiente a la nueva acción y que es de la cualidad.

Así pues, podemos detener el proceso de estar haciendo algo, que es significativo de un proceso de falta de entender el proceso de avance de nuestro aprendizaje, para sustituirlo por la acción que es de la cualidad.

Cuando nosotros no sabemos encontrar la decisión, que tomada en nuestro interior nos hiciera sentir en lo más profundo de nosotros que es la decisión que acepta el seguimiento de hacer lo que nuestro interior demanda, que es lo que el Ser nos propone, comprendiendo que esa propuesta nos dirige a la continuidad en nuestro proceso de aprendizaje, no sabremos cómo concretar nuestro hacer, y no sabremos cómo concretar la acción que es de la continuidad en el aprendizaje.

Es vital sostener la atención en nuestro interior para procurar la presencia ante el Ser.

Cuando nosotros no sabemos encontrar la decisión que es en relación con nuestro aprendizaje, no podremos dirigir nuestro hacer hacia la conquista de la cualidad, y no podremos encontrar la idea que sea de la cualidad, lo que generará que no podamos encontrar cómo aprender.

Podremos mantener la idea de un hacer que va en relación a los posibles acontecimientos que surgen, y que son ideas que están vinculadas a los procesos que son en realidad los mismos de los aprendizajes, pero sin poder obtener cómo aprender.

Sin la referencia del Ser estaremos proponiendo diferentes opciones para hacer nuestros deseos, que son según nuestras creencias, y posponer nuestro aprendizaje, que es la razón de nuestro vivir, creyendo que hacemos nuestro vivir.

Es posible que podamos sentir los despropósitos y hacer lo que queramos para sentir después la vacilación de lo improcedente de nuestras acciones, y sentir la desconfianza del hacer incongruente que desasosiega y hace que no podamos generar la confianza de un hacer que intente definir lo que es de nuestra voluntad. Así como los tránsitos, que son las desviaciones del decidir y que son los vínculos de las no acciones, y que pueden ofrecer las continuas contrapartidas en las que no somos capaces de forjar ningún concepto por el que podamos obtener la fuerza de la acción, para poder sentir la completa decepción y sentir frustración.[A este estado se le podría considerar que limita nuestro aprendizaje y se le podría llamar Scleranthus, como el nombre de la esencia que nos va a ayudar a establecer la sintonía con la frecuencia por donde el Ser envía información y es la información que puede hacernos comprender cómo es el aprendizaje de la cualidad de la Decisión].

Sin saber qué opción tomar no podemos estructurar nuestro hacer, que es la acción a decidir, y no poder extraer los posibles conocimientos que surgirían de la acción, ya que no es posible que el hacer surta los beneficios de la acción, porque es imprescindible el querer para que sea acción.

Es posible que no podamos encontrar los procesos para solventar las dificultades del no hacer y poder contener el propio estímulo, para no hacer lo estipulado y ni siquiera hacer lo que podría contener la iniciativa de hacer, hasta concluir en la no acción, y sin identificar los propios desenlaces, sentiremos que no somos capaces de afrontar los desafíos de la situación, y al no proceder para la resolución estaremos íntimamente extasiados, porque el proceso vital que es de nuestro proceder sigue el proceso de la no acción, lo que desencadena un estado alarmante que deriva en la falta de vitalidad, por lo que no tendremos la opción de seguir haciendo. [Este estado desequilibra nuestro sistema, pudiendo desequilibrar el sistema que tiende a conservar la salud, y se le podría llamar Olive, igual que a la esencia de las flores de Bach que nos ayuda a restablecer el original equilibrio que corresponde al natural encuentro con la frecuencia que puede hacer comprender cómo es el aprendizaje de la cualidad de la Decisión].

La finalidad de la vida es aprender para sentir que la vida ofrece la posibilidad de aprender.

Para avanzar en el sendero del Orden necesitamos aprender la cualidad de la Fuerza

Al tomar una decisión se genera una magnitud que hace que nosotros podamos hacer. Es la acción de la fuerza. La fuerza es lo que hace que nosotros podamos conseguir lo que nos hemos propuesto.

Mantener la fuerza hace que nosotros podamos avanzar en nuestro objetivo, que es aprender, que es conquistar la superior actitud para avanzar con el ánimo que hace que nosotros podamos albergar la confianza, que es la manera de acceder a que nosotros tengamos el poder de hacer, porque es la perseverancia la característica que hace que tengamos el empeño para hacer, porque es la actitud que sirve para que nosotros podamos comprender que es la única manera de lograr que nosotros podamos entender cómo es nuestro propio proceso de desarrollo personal.

El desarrollo personal puede convertirse en la actitud para aprender, ya que nosotros no hacemos nada que no sea aprender y lo que estamos aprendiendo son cualidades.

Para conseguir avanzar en el aprendizaje de nuestras cualidades, que es el objetivo por el cual estamos haciendo la vida, necesitamos mantener la fuerza.

Es por la fuerza que nosotros mantenemos el ánimo de seguir intentando.

Es la fuerza sin esfuerzo cuando comprendemos que nosotros generamos la fuerza al pretender seguir y es por la fuerza que nosotros podemos establecer la continuidad para avanzar y conquistar nuestro objetivo.

Según avanzamos en el desarrollo de nuestras cualidades, vamos comprendiendo que todo está en su perfecto orden. Todas las cualidades estas agrupadas para que sean componentes de un mismo conjunto que es el Orden para que comprendamos lo que significa Ser.

Teniendo en cuenta que lo que nosotros aprendemos son cualidades, podemos no entender el proceso por el cual estamos viviendo y que es el que parece que es la realidad porque es de nuestro hacer y es por el que nosotros entendemos la vida.

Todo lo que nosotros estamos aprendiendo puede considerarse en relación con los procesos internos, porque es en nuestro vivir como nosotros podemos enfrentar la no comprensión de los estados emocionales. Porque es de lo que nosotros pretendemos hacer que sentimos la no comprensión de los estados que preceden a la acción. Es por eso la incomodidad en nuestro hacer, porque es infinitud de posibilidades las que podemos recrear y ante tanta disparidad, no solemos encontrar la que es de la acción de nuestro ser. Además, solo estamos situando la incomodidad en los procesos internos porque no es que no tengamos que pretender que todo vaya bien, sino que es por lo que nosotros pensamos y actuamos que podemos generar la incomodidad.

Todo lo que hacemos en la vida está asociado a los procesos internos y son los procesos internos la realidad de nuestro vivir. No es que nuestro vivir no sea real, es la consecución de lo que nosotros hacemos por lo que es nuestro vivir. Y lo que nosotros hacemos es consecuencia de lo que somos y lo que somos ahora es por las cualidades que estamos aprendiendo.

Puede ser que nosotros no consigamos aprender la cualidad de la fuerza, que es que nosotros no tengamos la actitud ni el ánimo de continuar haciendo lo que es nuestro deseo. No hemos sabido cómo solventar los obstáculos que se han ido presentando y, sin la confianza que hace mantener el empuje necesario, no podremos encontrar la manera de actuar. Es posible que no podamos comprender que la actitud es la que hace que podamos ser los que podamos hacer y poder ser los que tengamos la oportunidad de aprender.

Solventar los obstáculos que se nos presentan está relacionado con las otras cualidades, o porque todavía no tenemos la suficiente comprensión y/o porque estamos limitando su aprendizaje. Muchos de nosotros todavía pensamos que los obstáculos son por situaciones que surgen en la vida y le ponemos atención a lo exterior, a eso que ha surgido y que no sabemos cómo solventar. En realidad lo que no sabemos cómo solventar está relacionado con nuestro proceso interno que es el proceso en el aprendizaje de nuestras cualidades.
Conocer las cualidades que componen nuestro desarrollo personal, la perturbación emocional que surge de su falta de aprendizaje, y mantener la actitud para intentar comprender cómo es nuestro proceso de aprendizaje, nos ayudará a vencer los obstáculos y a seguir con nuestro camino, sintiendo la fuerza que hace que podamos conseguir.

Puede que no consigamos reaccionar, que es no saber cómo enfrentar y no atender a nuestro aprendizaje, porque no encontramos solución a lo que es en realidad que nosotros no encontremos cómo aprender, porque es lo habitual. Es necesario recomenzar la práctica de lo que es aprender. La no reacción es siempre que nosotros no sabemos cómo aprender porque no consideramos la propuesta de aprender, y es necesario recomenzar a la apertura del aprendizaje.

Cuando no sabemos cómo reaccionar, es posible que no comprendamos que la opción es siempre avanzar y continuar haciendo lo posible por escudriñar lo que hacemos, y sin saber que somos los responsables de nuestros actos tenderemos a la no reacción.

Cuando no sabemos admitir los desajustes, es decir, lo que nos pasa cuando no podemos atender a lo que nos ocurre, a la no acción puede sumarse la no reacción, que es impedir que nosotros podamos hacer lo posible por ser los que podamos sentir que podemos hacer y poder sentir que podemos efectuar la práctica de intentar el hacer, estaremos provocando la no superación de nuestros aprendizajes, y sin saber cómo hacer no podremos generar la fuerza, porque es el propio decidir lo que es suficiente para sentir que podemos hacer. Por supuesto la no reacción puede considerarse que sustituye al propio hacer y al no hacer, tendremos que obviar la conclusión que es de la falta de acción que es la no reacción, por lo que es imprevisible la consecuencia de la no acción, ya que no se podrá concluir ningún objetivo que nos habíamos propuesto, por lo que nosotros no podremos concluir el desarrollo de la cualidad.

El objeto de aprender es desarrollar cualidades y sin esta cualidad no conseguiremos el desarrollo de las otras cualidades. Hasta ahora no comprendíamos que la fuerza es la que nos anima a seguir construyendo lo que somos.

Es la fuerza la única que es de la acción que nos hace sentir que somos capaces de hacer, y al no intentar la fuerza desaparece, provocando que no concluyamos nuestro hacer, sintiendo la frustración y el desánimo que provoca que no consigamos nuestro objetivo, por lo que repercutirá en el estado que es de la falta de fuerza para sentir que no tenemos ganas de hacer y es el estado que es deprimente porque no sentimos la acción es nuestro interior. [A este estado se le podría considerar que limita nuestro aprendizaje y se le podría llamar Gentian, como el nombre de la esencia que nos va a ayudar a establecer la sintonía con la frecuencia por donde el Ser envía información y es la información que puede hacernos comprender cómo es el aprendizaje de la cualidad de la Fuerza].

A su vez, este estado podría significar la permanente respuesta de lo que es vital en nosotros y que responde a lo que es de nuestra acción, para sentir que estamos exhaustos y sin fuerzas para continuar. [Este estado desequilibra nuestro sistema, pudiendo desequilibrar el sistema que tiende a conservar la salud, y se le podría llamar Olive, igual que a la esencia de las flores de Bach que nos ayuda a restablecer el original equilibrio que corresponde al natural encuentro con la frecuencia que puede hacer comprender cómo es el aprendizaje de la cualidad de la Fuerza].

La finalidad de la vida es aprender para sentir que la vida ofrece la posibilidad de aprender.

Para avanzar en el sendero de la CREATIVIDAD necesitamos aprender la cualidad de la CONEXIÓN

Para comenzar a entender el propósito de la atención hemos de comprender el propósito de lo que es nuestro aprendizaje, por lo que se hace imprescindible la actitud para comprender que todos somos los que hacemos este camino de aprendizaje, que es sin duda el propósito de los que hacemos este camino.

Todos podemos comprender que todos nosotros procuramos estar atentos a la reacción de lo que influye para que nosotros no podamos estar bien, haciendo lo posible por mantener el control que pueda disminuir el impacto causado en nosotros, y haciendo lo posible el descuido de minimizar la sensación de que nos encontramos mal. No pudiendo sobrellevar que nos encontremos mal, estamos intentando que el proceso, que es el que estamos intentando controlar, esté siendo postergado, para entender que solo hemos de procurar vencer la situación que hemos entendido que no es nuestra.

A pesar de los inconvenientes que surgen en nosotros y que son los que después tendremos que comprender, podemos averiguar que no todos pensamos igual. Es de nuestra condición el seguir entendiendo que aun siendo responsables de nuestras acciones, es improbable que comprendamos que nosotros seguimos siendo los que hacemos el camino de nuestro aprendizaje.

Es de todos que podamos comprender que todos somos responsables de lo que hacemos y que nosotros somos los únicos que estamos en condiciones de aprender. Es para todos una responsabilidad, así es que hemos de entender que el proceso de los que estamos aprendiendo puede ser considerado que es de todos.

Todos los que estamos aprendiendo hemos de construir el propio proceso de nuestro aprendizaje y es el que nos vincula a la propia acción de hacer el proceso, que es de todos los que estamos haciendo este camino.

A la vez, estamos intentando la manera de acceder a la comprensión de lo que aun no podemos comprender, y es de todos los que hacemos este camino que el proceso de nuestro aprendizaje este construido en un centro que es de todos, que es nuestra Mente, y que es la que hace que estemos todos en unión para fortalecer lo comprendido, y es que todos podemos construir el sentido de lo que somos al estar atentos a lo que nos ocurre, para comprender el proceso de lo que es nuestro aprendizaje.

No podemos mantener la situación de no aprender. La convivencia hace que nosotros no entendamos que en nosotros está la reacción de estimular los propios recursos, que siendo los competentes para que nosotros podamos aprender, pueden servir a los propios que imaginamos, pues es la gran conquista de este sendero la no competencia del producto de la imaginación.

Para no usar el producto de nuestra imaginación hemos de averiguar la razón de la propia existencia, porque es de nuestro interés el ser ese que actúa sin ser el que dicte lo conveniente, para no hacer el producto de nuestra imaginación.

Sería suficiente que todos pudiéramos comprender cómo estamos imaginando las situaciones que solo nosotros podemos entender y que son situaciones que son en realidad las que nosotros procuramos, al ser producto de nuestra imaginación.

Es necesario que podamos entender la razón de nuestro vivir, porque somos el propósito de estar pendiente de lo que hacemos, ya que, al entender que somos los que hacemos la vida, estamos accediendo a la conquista de entender el producto de lo que hacemos, porque en el interior está la conexión que hace engendrar la idea que hace que nosotros podamos comprender. Este es el inicio de lo incomprensible que se hace comprendido, ya que todos estamos aprendiendo.

La diversidad de entender el proceso de lo no comprendido inspira la comprensión, ya que no procede de lo que nosotros sabemos, que es lo que ya comprendemos, sino de los que ya han anclado su sabiduría en lo profundo de su Ser. Además, ya han perfeccionado el saber de que los que quieren continuar aprendiendo a través de la atención a su estado pueden conquistar su saber y la armonía de seguir atrayendo el saber de los que le preceden, pues es la manera de continuar por la vía de la conexión en el interior de su ser.

Para entender el proceso de la conexión debemos de tener en cuenta que el proceso es innato a la procedencia de nuestro ser, porque es indeleble a la procedencia que es nuestro Ser y El que puede hacernos llegar su saber.

El que procede para sentir al Ser podrá optar por sentir la conexión que puede ayudarnos a forjar ideas que corresponde a nuestro nivel evolutivo y que son las que necesitamos para adquirir consciencia de lo que es nuestro nivel, para comprender los desenlaces que están ocurriendo para poder comprobar la eficacia de lo que es en nuestro interior la Presencia del Ser.

Para poder comprender la conexión hemos de entender el proceso evolutivo. Para comprender los procesos que podemos comprender, es necesario que entendamos que nosotros hemos de entender que hemos de procurar entender. Hemos de entender nuestra conexión porque es la única que nos ofrece poder saber. Podemos comprender la importancia de saber que nosotros podemos entender.

Es necesario entender el proceso evolutivo, ya que es necesario comprender los procesos de nuestra evolución que nos permiten entender que hemos de seguir aprendiendo, y que nosotros venimos a la vida a procurar entender lo que estamos viviendo, que es entender lo propio para ser los que tengamos la oportunidad de avanzar.

Para poder sentir al Ser hemos de procurar el alcance de que Él está en nosotros, para encontrar que Él pueda ayudar a entender el propio proceso que es de la relación entre nosotros y el poder estar haciendo este camino de aprendizaje, por lo que es necesaria la continuidad en el proceso de entender el camino que es nuestro aprendizaje.

A la par, hemos de ampliar conocimiento para comprender nuestra acción, para poder comprender los procesos de los aprendizajes que estamos teniendo. Entender nuestro propio proceso puede hacer entender que nosotros somos los que hacemos nuestro propio camino de aprendizaje, y que somos nosotros los que podemos comprender nuestra acción que es la propia.

Para avanzar hace falta conexión y entender los problemas de la vida como los que hacen que nosotros aprendamos a construir lo que somos.

Podemos comprender el producto de nuestra imaginación para comprender que nosotros no podemos avanzar atendiendo a lo que es de nuestra imaginación, que es lo que nosotros esperamos, ya que es lo que nosotros podemos comprender, porque es de lo que comprendemos y es lo que nosotros sabemos, por comprender a lo que nosotros podemos acceder a comprender y para comprender que en nosotros es lo continuo y es lo que esperamos que en nosotros pueda acontecer; porque no es lo mismo lo que esperamos que lo que imaginamos; porque no es lo mismo lo que esperamos, que son los acontecimientos a los que estamos acostumbrados, por ser los que habíamos entendido son de nuestra anterior conducta y lo propio de nuestro ser, a lo que es imaginación, ya que en nuestra imaginación podemos ofrecer lo propio de sentir que somos los que podemos hacer la cuestión de entender que somos aquellos que dominan la existencia, por ser aún los que podemos entender que en nosotros existe lo auténtico, que es entender que nosotros podemos hacer lo principal para formar parte de algo que podemos sentir que es falso, por no encontrar la solución a los problemas que conlleva el propio vivir. Esperamos que nuestra imaginación se apropie de lo que es lo real, a la vez que nosotros confrontamos lo que es imaginado con los aspectos que forman nuestro propio vivir.

Estamos avanzando para entender nuestro propio proceso a la vez que podemos comprender lo que nosotros esperamos, por ser igual que lo anterior, por lo que es necesario la contrarespuesta a lo que es de lo anterior.

Solo podemos comprender lo esperado porque es lo que nosotros entendemos.

Sin estar abiertos a la operación de atender no podemos contraponer el beneficio de la atención, ya que es imposible la acción que tenemos que engendrar porque es imposible que nosotros podamos contener lo propio de ser lo que todavía no somos, porque es imposible la realización de una acción nueva que es propia de los más avanzados. Es necesario que nosotros entendamos que nosotros podemos atender a la realización de lo nuevo a partir de entender el continuo proceder a estimular los avances con la serenidad de alcanzar la plenitud que es estar ante el Ser.

En nuestro interior estamos ante el Ser y Él procede a la información para nuestro bien. Es preciso comprender que todos nosotros podemos estar en su Presencia.

A través de la atención sabremos comprender la reacción de estar haciendo el aprendizaje de nuestra evolución.

Cuando no procedemos a la atención que requiere el dominio de lo que estamos buscando, hemos de proceder con la supuesta intención de entender nuestro proceso, por ser el único que entendemos y es el único que es de nuestro propio saber.

Cuando no podemos encontrar la manera de acceder a la situación, que es la realidad para emprender los puntos que abarque la nueva comprensión, hemos de imaginar lo que precede, pues es lo continuo para que nosotros podamos emprender lo que es de nuevo y es lo siguiente, sin saber lo que es verdad o no, pues imaginar para después entender que lo que hemos imaginado no puede ocurrir, pertenece a la frustración. [A este estado se le podría considerar que limita nuestro aprendizaje y se le podría llamar Clematis, como el nombre de la esencia que nos va a ayudar a establecer la sintonía con la frecuencia por donde el Ser envía información y es la información que puede hacernos comprender cómo es el aprendizaje de la cualidad de la Conexión].

Entender nuestro propio estado provoca la saturación de lo que es la realidad, por lo que es conveniente que nosotros podamos acceder a lo propio de ser a través de la ponderación de los propios pensamientos, que es al fin y al cabo lo propio que nos hace ser, pues es lo que nos puede ofrece la continuidad.

A partir de la realización de los progresos para comprender lo que es de nuestro alcance, podemos emprender la nueva acción para comprender el nuevo estado que se ha alcanzado, porque es obvio lo que es de nuestro aprendizaje.

Es obvio que no podemos conducir el propósito de lo que es nuestro hacer al estar obviando lo propio de ser, porque la situación es diferente al no contemplar lo que ocurre y al no comprender los propios sentimientos, que es la cuestión y es lo obvio. Al no entender lo que está ocurriendo no podemos comprender el propósito de lo que es la vida, puesto que no podemos comprender el propósito de emprender una acción que sea el aprendizaje que requiere la atención en el proceso de nuestro aprendizaje. Es limitar lo propio de ser los que podamos con nuestra atención emprender los progresos para comprender lo que nosotros estamos aprendiendo y entender el propio avance. Puede que no comprendamos lo que es de nuestro aprender para postergar el encuentro con lo que es propio de lo natural y es sentir que nosotros podemos hacer un encuentro con nuestro interior para poder emprender la acción de conectar, a la vez que somos los que accedemos a la confianza de sentir lo que es de nuestro aprender para comprender el progreso continuado.

Atender para comprender lo propio de ser los que hagamos nuestro propio aprendizaje, es poder entender que somos nosotros los que accedemos a la comunicación con lo más íntimo que hay en nuestra vida: "el Ser", para poder obtener el sentir de lo que es hacer nuestro propio aprendizaje.

Cuando no atendemos a lo que es de nuestra realidad no podemos comprender la realidad y sin la dirección de hacer el propósito de nuestro aprendizaje estamos sumidos en la insatisfacción porque no podemos conducir nuestra vida por el camino que nos dé confianza para emprender los propósitos que sean propios de nuestro aprendizaje. [Este estado desequilibra nuestro sistema, pudiendo desequilibrar el sistema que tiende a conservar la salud, y se le podría llamar Wild Oat, igual que a la esencia de las flores de Bach que nos ayuda a restablecer el original equilibrio que corresponde al natural encuentro con la frecuencia que puede hacer comprender cómo es el aprendizaje de la cualidad de la Conexión].

Sin poder entender qué nos ocurre sentimos la necesidad de dirigir nuestra atención a lo secundario, que es atender a los propios sentidos para ofrecernos el placer de hacer una vida sin la satisfacción de estar realizando el aprendizaje que es vital, a la vez no podemos tener como superar la idea de ser aquellos que no entendamos el propósito de nuestra vida.

La finalidad de la vida es aprender para sentir que la vida ofrece la posibilidad de aprender.

Para avanzar en el sendero de la Paz necesitamos aprender la cualidad de la Paz

Todos necesitamos aprender a comunicar el sentir, para ello proponemos la comprensión de que lo que nosotros hacemos contiene el propósito de Ser.

Es difícil de entender la procedencia de nuestro sentir, que es notable que no comprendemos lo que sentimos y, a pesar de ello, tendemos a no confiar en los propósitos de ser los que podemos confiar en nuestro propio sentir porque no somos independientes a la acción, para después sentir la procedencia y sentir la importancia de ser los que podemos comprender nuestro hacer. Es para ello que necesitamos emprender lo nuevo, que es entender lo que es necesario a la afirmación de que en nosotros existe la posibilidad de comprender lo importante.

Deseamos estar, a la vez que no entendemos cómo estar, porque es necesaria la auto-afirmación para entender los conflictos que se generan a través de nuestras actuaciones. Para entender los propios conflictos, además de mantener la propia estabilidad emocional, hemos de proceder a la recuperación de la procedencia de lo que son los sentimientos para entender nuestro sentir. Además de comprender los propios conflictos haremos la actuación que sea necesario, y sentir la propuesta que determina el propio sentir de que lo que emprendemos sostiene el propio sentir de ser. Es por lo que tendremos que proponer la acción para emprender, sabiendo que en nosotros existe la posibilidad de cambio.

Hemos de entender lo que nosotros pensamos a la vez que tenemos que optar por saber lo que nosotros emprendemos, pues es lo que nosotros queremos hacer.

Es normal la acumulación de las ideas en nuestra mente hasta saber la procedencia de nuestra acción, por lo que hemos de saber la procedencia de lo que somos hasta la magnitud de la procedencia de saber lo que es Ser. Además, es servir a los saberes de que somos los que hacemos el aprendizaje para ser aquellos que sepamos entrever la posibilidad de ser los que podamos aprender.

Por supuesto no es normal querer aprender y ser los que entendamos que no es necesario el cambio, a la vez sufriendo por no encontrar cómo estar ante la imposibilidad de que no es necesario el cambio.

Podemos comprender la importancia de pedir respuesta a los que se consideran pueden obtener el privilegio de tener la atención necesaria para ser los que saben, siendo los que podamos encontrar cómo saber por nosotros mismos la posible reacción de aprender.

Para poder expresar los posibles pesares haremos la conexión en lo más profundo de nosotros y ser los que podamos cambiar el sentir por ver la situación que nos generó el proceder.

Ser los que podamos obviar la procedencia de nuestro comportamiento y hacer lo posible para disminuir el sentir, puede provocar que nosotros no queramos aprender y, al sentir la decepción de la no acción, posiblemente surgirá la decepción de ser los que no podamos comprender el propio sentir.

Solemos definir la propia conducta para ser los que no solemos estar al tanto de la emoción que es generada por nuestro pensar sin soler estar al tanto de lo que acontece, por lo que definir cómo es nuestro comportamiento es mantener una conducta que no es propia de los que pueden obtener un sentir, para después provocar la desconsideración de los que pueden beneficiarse de la acción, que es no tomar en consideración los propios temores que impiden que podamos ofrecer el propio sentir.

Necesitamos estimar la importancia de ser los que podamos comprender el proceso de intentar retener los procesos de la acción, a la vez pudiéramos emprender otras acciones, por ser los que tenemos el derecho de hacer el camino de aprendizaje a la vez que los que preceden por sus acciones a la ideal sumisión de los que hacen el bien, para ser por quienes el derecho a la existencia es vital y ser por quienes no podemos ofrecer el propósito de aprender, a la vez por ser quienes no confían en que somos nosotros los responsables de nuestras acciones, en vez de entender los procesos de nuestro aprendizaje a la vez que se desestima la buena intención de ser los que podamos encontrar la mejora, para ser los que podamos saber defender la intención de los que pueden aprender. En esto deriva la propuesta de ser los que aprendamos el sentido del aprendizaje, a la par que somos los que aprendemos las consecuencias del sentido de los que sufren, por ser quienes podamos comprender la acción de los demás.

Es necesario entender que todos somos los que podemos aprender. Es necesario que entendamos el proceso de nuestro aprendizaje para ser los que entendamos cómo aprender.

Por eso el simular es la perfecta situación de entender los procesos de nuestro aprendizaje, a la vez que son los propios de los aprendizajes que son comunes a todos, como los estimados como nuestra perfecta estimación a los propósitos de hacer la vida según los demás dicen. [A este estado se le podría considerar que limita nuestro aprendizaje y se le podría llamar Agrimony, como el nombre de la esencia que nos va a ayudar a establecer la sintonía con la frecuencia por donde el Ser envía información y es la información que puede hacernos comprender cómo es el aprendizaje de la cualidad de la Paz].

Es de los demás no saber el propósito de lo que estamos viviendo, a la vez que no saben los propósitos de los aprendizajes que son comunes a los demás, por lo que es obvio que no es por lo que nosotros somos que los demás no hacen lo que es de su conflicto, pues es necesario que los demás actúen para sentir que son los propios que pueden hacer su aprendizaje.

Es necesario que sepamos la importancia de hacer lo que verdaderamente es de nuestro ser, puesto que no somos los que disimulamos para obtener la demanda de los que saben enfrentar los problemas que les acontecen. Puesto que es de nuestra propiedad ser aquellos que podemos ofrecer en el momento presente el suficiente sentir de ser quienes podamos comprender las acciones de los demás. Puesto que es el Ser quien puede ofrecer la supuesta acción que deriva de mantener la conexión para hacer lo que es de la cualidad. Por supuesto el sentir es de propiedad de todos, a la vez que podemos ofrecer lo que somos.

Es propiedad de ser los que podemos ofrecer el sentir de estar haciendo el propósito de lo que es nuestro aprendizaje, que es sentir la propiedad de sentir lo que somos, a la vez que podemos ofrecer la indiferencia, que atenúa el sentir por la libertad de ser los que no procedemos con la confianza de ser los que algún día podamos enfrentar el hacer de ser los que podamos ser los que amemos a los demás. Es necesario entender los procesos que derivan de la no creencia en la virtud, ya que es necesario estipular el desasosiego de la falta de confianza en el sentir de que somos los que amamos para ser los que podamos enfrentar las consecuencias de nuestras acciones, para ser los que podamos ofrecer el sentir de la procedencia de nuestro hacer.

Sentir para emprender, por lo que hemos de acceder a la comprensión de lo que somos para acceder a la benevolencia.

Sentir el posible desorden que puede generar aglutinación de pensamientos, para confirmar después la posibilidad de no aprender por no comprender lo que ocurre, por no anticipar el posible acontecer que es de la cualidad, por no saber encontrar el estado que es propicio para enmendar la acción que desestructura la Unidad, que es de todos los que preven el estado de Ser, para después sentir la propiedad de no poder encontrar solución a lo que acontece. [Este estado desequilibra nuestro sistema, pudiendo desequilibrar el sistema que tiende a conservar la salud, y se le podría llamar Heather, igual que a la esencia de las flores de Bach que nos ayuda a restablecer el original equilibrio que corresponde al natural encuentro con la frecuencia que puede hacer comprender cómo es el aprendizaje de la cualidad de la Paz].

La finalidad de la vida es aprender para sentir que la vida ofrece la posibilidad de aprender.

Para avanzar en el sendero de la VOLUNTAD hemos de aprender la cualidad de la VOLUNTAD

Hemos de comprender la acción que es de nuestro sentir para comprender lo que nosotros hacemos y, a la par, ser los que podamos encontrar el hacer que es de nuestra voluntad.

Es de todos los que hacemos este camino de aprendizaje ser los que podamos obtener el entramado que causa el desespero de no hacer la labor que nos satisface, a pesar de no ser aquellos que podamos contener el propio sentir.

Entender los procesos de nuestro aprendizaje para comprender el beneficio de ser los que podamos amar, puede comprenderse según nosotros vamos avanzando para entender los procesos de nuestro aprendizaje.

Es por el bien de los que nos preceden que nosotros no tengamos la oportunidad de saber encontrar el oficio de servir, para no saber cómo hacer sin la intervención de lo más sagrado para ser los que aún tengamos el propósito de amar.

Podemos comprender a los que nos preceden para observar que su disposición es la adecuada, porque son los que hacen que nosotros, con la labor de asistir, podamos engendrar el pacífico hacer. Para observar a los que nos preceden tendremos que observar su intenso hacer en el sentir de amar, porque los que nos preceden no saben estar en la seguridad de su propia inquietud que es decir: "lo siento". Es por el bien de los que nos preceden que podamos ampliar el sentir de amar y poder encontrar el estar en el amor, que es de todos los que hacemos este camino de aprendizaje.
Esta es la respuesta a la pregunta de esta escritora que no entendió lo anterior: "Es por tu amor que nosotros estamos bien"

No podemos comprender la imposición por no estar siendo objetivos, por entrar a defender la astucia de los que no saben cómo hacer para solventar los posibles desencuentros, de poder admitir los desencuentros para solventar las cuestiones; es por ello que los otros padecen de soberbia porque no están siendo objetivos con su falta de aprendizaje. Por eso todos tenemos la voluntad de ser según somos. Para ese fin hemos de procurar aprender que nuestro proceso puede pertenecer a la constante apertura de hacer la labor que nos guste, que es sin duda alguna la labor que extrae la paz.

Por eso los otros no encuentran la labor que depende de los procesos del aprendizaje, que es sin duda alguna la cuestión que depende de los procesos que son los propios de los procesos que estamos aprendiendo, para saber encontrar la labor que es el hacer que nos indica que la labor es el efecto de lo que es aprender, por lo que es real el procedimiento de los que saben estar en consonancia con el respeto a los procedimientos del hacer de los demás. Es por eso que todos nosotros hemos de aprender a comportarnos a la salud de los que son los que hacen la vida por el esfuerzo de hacer el aprendizaje, que es por la labor que hace Ser.

Es de todos los que hacemos este aprendizaje que entendamos las razones de nuestro existir, a la espera de la comprensión de los matices de las cualidades que todos nosotros estamos aprendiendo para Ser.

Podemos comprender el desánimo de no hacer nuestro aprendizaje por ser incapaces de realizar la labor que es de nuestro aprendizaje, por sentir la incompetencia de los que sufren a la vez que nosotros esperamos la respuesta de los que pueden ofrecer que nos sintamos sin el esfuerzo de aprender, por ser quienes están al acecho de la posibilidad de los que amparan sin el esfuerzo de la continuidad de los que aprenden a servir en el instante que es del desarrollo de la cualidad del que aprende.

Es de todos los que no aprenden que puedan sentir la obsesión de estar haciendo el dictamen de los que no creen puedan mejorar su hacer por no sentir la necesidad de aprender, a la par que encomiendan la razón de la existencia a los protectores, esos que hacen de la vida el sentir de la inquietud que es de los que no aprenden. Por ello, hemos de aprender a solucionar los problemas cotidianos para hacer en la vida lo que hemos venido a hacer. El porqué decimos que la corriente puede ofrecer la longitud de la cuerda es por la longitud de la parada en nuestro hacer y es por el fruto de nuestros hechos.

Por eso, cuando no hacemos la voluntad que es de nuestro hacer, para podernos ofrecer el ímpetu necesario a la actividad que es de la labor que hace que nosotros estemos contentos en la acción, y es de nuestro aprender para servir a los intereses que es de los aprendizajes para Ser, no podemos contradecir a los que no escuchan el desasosiego que perturba a los que no pueden aprender, para ser los que quisieran aprender a partir de no hacer el bien. [A este estado se le podría considerar que limita nuestro aprendizaje y se le podría llamar Centaury, como el nombre de la esencia que nos va a ayudar a establecer la sintonía con la frecuencia por donde el Ser envía información y es la información que puede hacernos comprender cómo es el aprendizaje de la cualidad de la Voluntad]

Es de todos los que no aprenden que no sean conscientes de su aprendizaje, por lo que hemos de ser conscientes de lo que hacemos hasta rendir la costumbre que es natural. Por eso, hemos de salvar el obstáculo de la indiferencia, para salvar la costumbre de no enfrentar el problema de no comprender la tensión que es no preparar el enfoque de la situación, para ofrecer el desapego de ser nosotros mismos quienes podamos enfrentar las situaciones que derivan de nuestra falta de voluntad. Es por eso que este estado de indiferencia es idéntico a la de la falta de coraje. Teniendo en cuenta que sos similares porque los dos no actúan. Es por eso que nos es preciso el estudio para ser los que podamos aprender. [Este estado desequilibra nuestro sistema, pudiendo desequilibrar el sistema que tiende a conservar la salud, y se le podría llamar Gorse, igual que a la esencia de las flores de Bach que nos ayuda a restablecer el original equilibrio que corresponde al natural encuentro con la frecuencia que puede hacer comprender cómo es el aprendizaje de la cualidad de la Voluntad].

Para observar la indiferencia, para saber los desencuentros que son habituales en nuestra manera de entender lo que procede a la hora de asegurarnos que somos nosotros los que actuamos, es decir, nuestro comportamiento, es habitual la espera, y comprender que nosotros no podemos comprender lo importante, para que sorprendentemente tengamos la oportunidad de aprender y comprender la acción que deriva de lo que nos falta para saber aprender a cuestionar las posibles tendencias de los posibles acontecimientos que surjan a partir de la cuestión que deriva del hacer.

Tendemos a cuestionar los posible desencuentros, que es la cuestión que nos interesa aprender, y sentir los desencuentros por los que no somos capaces de comprender la importancia de hacer las posibles hostilidades, para recuperar el profundo sentir de hacer lo que es de nuestro sentir. A pesar de mantener la hostilidad hemos de comprender la hostilidad, que es la mayor parte ansiedad por la no aceptación de lo que no somos capaces de hacer para mantener el hostil hacer, que mantiene la posible condición de perturbar el ambiente que desencuentra el futuro, que tiende a la no realización, para expresar los desencuentros que no son aquellos por los que nosotros no haríamos el desenlace y son los propios por los que no sabemos cómo actuar.

Es necesaria la perturbación, que es la que nos indica que nosotros no encontramos cómo hacer en ese espacio que no comprendemos, para sentir que nosotros estamos haciendo algo que puede ser no se comprenda, que es el potencial para sentir perturbación; asimismo, no podemos comprender la importancia de mantener la incertidumbre al cuestionarnos los posibles acontecimientos que son los reales, por lo que hemos de comprender que nosotros no encontramos cómo hacer.

La autenticidad debe de ser la que nos guíe para ser los que podamos comprender el propio sentir, por lo que es necesario el verdadero expresar que diferencia lo auténtico de lo superfluo, para comprender lo propio y hacer lo conveniente, e identificar nuestra propia naturaleza y poder ser ejemplares para efectuar la correspondiente acción, para entrever la posible acción y poder ser quienes tengamos la ocasión de aprender a disfrutar de la acción, para poder entrever el resultado de ser quienes podamos ofrecer a los demás nuestro sentir a la par de ser los que podamos sentir el propósito de coincidir el ser lo que somos y, a la par, el sentir de hacer lo que es la acción de la voluntad, a la vez que es de la acción del propósito de los que aman.

Para avanzar en el sendero del AMOR, necesitamos aprender la cualidad del AMOR

Podemos comprender la necesidad de avanzar por el sendero del Amor para escudriñar lo necesario para descubrir la Presencia del Ser, para probar la desenvoltura de poder asir el encuentro del Ser con el instante de acción y poder ser los que hagamos el poder de crear, por lo que hemos de encontrar la satisfacción de ser los que podamos ofrecer la razón de la equidad y, a ser posible, el poder de asir el valor y la templanza, que es el poder del equilibrio y la seguridad de hacer la fuente que procede del Ser.

Es por lo mismo la desenvoltura de asir el encuentro del Ser con la posibilidad de aprender de los posibles desencuentros, por la iniciativa de ser los que algún día generemos el desenlace de asir el saber del encuentro con el Amor, por lo que es necesaria la contradicción de los que amparan al saber de la asistencia de los que afligen, y es debido a la contradicción de ser útil para resolver sin tener el control de la asistencia, que es resolver sin tener en cuenta el propio ser para después dominar el fin de asistir sin el encuentro con el Ser, que es dominar el fin de ser aquellos que podamos encontrar el saber sin la intervención de lo más sagrado para después no saber encontrar lo superior, que es no saber cómo ser la tranquilidad y amparar lo que es supremo, lo que es de bien.

Para entender el proceso de la asistencia, que es obviar el sendero del otro, porque es el otro el contrario, ya que es el otro el que no sabe hacer el encuentro con el Ser, y poder entender los procesos de nuestro aprendizaje, podemos encontrar los posible haceres hacia el contacto con lo superior, que es poder entender que en nuestro interior está el Ser y sentir su Presencia, que es el Único que tiene el saber. Es el encuentro con Él que sabremos cómo asistir. Pues Él conoce el desafío que tienen los demás.

Es posible la contradicción para ser los que útilmente sepamos los procesos de nuestro aprender, por ser los que podamos comprender el proceso de iniciar la competencia para ser los que podamos ofrecer el amparo y servir los propósitos de lo que son los procesos que son del Ser, por lo que inicialmente están los aprendizajes anteriores por ser los anteriores a la comprensión del reconocimiento para Ser. Puede ser que no comprendamos los procesos anteriores a la sabiduría para comenzar a reconocer qué es lo que nos espera y observar con detenimiento el porvenir de ser los que podamos extraer el conocimiento de los que pueden observar con detenimiento el porvenir para después ofrecer el continuo aprender.

Es por nuestro bien el sendero del Amor para ofrecer la resolución de lo anterior, a la espera de encontrar los procesos de aprendizaje por ser quienes podamos ofrecer el completo saber de lo anterior y poder comprender el resoluto, y ser los que podamos comprender el proceso de aprender.

Por doquier los aprendizajes son los encuentros que son significativos de lo que es nuestro alcance y es lo que es real a aprender: "la satisfacción de conseguir el encuentro que es la no competencia de lo anterior, a la par de saber los desenlaces de lo anterior que es significativo de aprender", es decir, que nosotros no sabemos entender y definir el concepto de saber el encuentro hasta la no competencia de lo anterior, por saber los desenlaces que ocurren y despertar los posibles acontecimientos que son individuales, y entender los procesos propios y obtener los propios conceptos.

Podemos ofrecer la comparación para determinar que lo que estamos haciendo es el significado de lo que somos, por concluir el motivo de hacer para extender lo propio de hacer, que es lo que somos; por lo que es especial la comparación al enseñar el complejo estado de hacer el estudio, que es servir el impropio obtener la verdad de ser los que podamos sentir el impropio deber de ser los que podamos conducir el hacer de los que son débiles, por estipular lo mediocre al hacer la verdad el sentir los otros suyos. Es verdad la comparación que es cierta, a saber los otros son nuestros, libres al fin de hacer el sentir de ser quienes dirijan su propia vida.

Saber que los demás son libres y que son los propios para saber dirigir su vida es sinónimo de entender la comparación, y así, poder observar que no solo atendemos al proceso de saber comprender, sino que, además, podemos sentir el encuentro, que es atender a la sensación de estar todos unidos, a la vez es por los demás que somos los que amamos.

Para poder definir el Amor hemos de pensar la contradicción de ser quienes podamos ofrecer el Amor incondicional que es encuentro de tu Ser contigo y estar en ti. Es saber la procedencia de nuestro Amor. Podemos ofrecer la comparación para estar en el Ser y ofrecer el estado de servir a los demás.

Hasta que no comprendemos el sentir y ofrecer a los demás la libertad para que sean ellos mismos los que dirijan su propia vida, tendremos la intención de servir al hacer que depende de la intención de ser de los otros que puedan sentir el aprecio y la consideración que hemos merecido en nuestro hacer, porque hemos pensado que ellos podrían necesitar nuestra ayuda.

La condición de poder estar haciendo sin sentir que el otro puede deber el estar sintiendo amor por nosotros es posible cuando hemos comprendido que es de todos el poder sentir Amor. El Amor que procede de nuestro interior y que procede del Ser.

A la espera de estar en la condición de sentir Amor, esperamos que sean los demás los que quieran demostrarnos que son ellos los que nos aman y poder sentir el aprecio que tiende a la comparación, ya que intentamos entender qué es lo que ellos sienten, porque averiguar con el objetivo de entender si procede de la Unión que el otro sea el que sienta amor y poder averiguar que es el otro el que nos ama, es mantener la constante vigilancia y mantener el fluir del pensamiento hacia lo que los otros hacen, y ser los que tengamos la preocupación por no comprender los motivos reales que son los detalles de los actos de los demás. [A este estado se le podría considerar que limita nuestro aprendizaje y se le podría llamar Chicory, como el nombre de la esencia que nos va a ayudar a establecer la sintonía con la frecuencia por donde el Ser envía información y es la información que puede hacernos comprender cómo es el aprendizaje de la cualidad de la Amor].

La comparación tiende a suponer lo que nosotros tememos y es necesaria la atención, por lo que nosotros somos los responsables del sufrimiento de lo que es un pensar que no va dirigido a cuestionar lo que nosotros estamos pensando ni a intentar resolver los cuestionamientos con la ayuda del Ser en nuestro interior. [Este estado desequilibra nuestro sistema, pudiendo desequilibrar el sistema que tiende a conservar la salud, y se le podría llamar Heather, igual que a la esencia de las flores de Bach que nos ayuda a restablecer el original equilibrio que corresponde al natural encuentro con la frecuencia que puede hacer comprender cómo es el aprendizaje de la cualidad del Amor].

Para avanzar en el sendero de la JUSTICIA necesitamos aprender la cualidad del JUICIO

No tenemos como comprender lo propio sin el pensar, y sin proceder a la elaboración de nuestro pensar no tendremos la posibilidad de la perfección.

Sin sentir que es posible mantener la conexión no podemos mantener una total conformidad, ni mantener la posibilidad de encontrar cómo pronunciar la satisfacción de estar en el pensar propio, que es disfrutar de la presencia ante el Ser, poder encontrar como estar ante Él para sentir su Presencia y estar haciendo el pensar que significa la coherencia y la total fuerza de poseer el centro de nuestro propio yo, pues es igual a la oportunidad de Ser.

Para el fin de poseer el fruto del pensar es necesaria la activación de los procesos de pensamiento, que supone la reestructura de lo que significa poder definir lo propio que es lo nuestro, que es sin duda alguna lo propio de ser.

Es posible la comparación con la ambigüedad que significa que se procede por posponer el pensamiento, que es la acción que deriva de la fiabilidad que es decir lo que se piensa, por lo que es necesario que sepamos contradecir el impulso de no hacer; sin embargo, se sugiere que todos nosotros tengamos la obligatoriedad de definir el concepto que nos obliga a hacer, porque es significativo de que todos somos los que hacemos el uso de nuestro razonamiento por la fiabilidad que supone el encuentro en nuestro interior con lo más elevado, que es sentir la Presencia del Ser.

Es de todos los que hacemos este aprendizaje constituir la espontaneidad para definir los procesos de nuestro pensar. Es la actitud de ser lo que realmente somos. Es en definitiva la espontaneidad lo que hace que seamos, pues es la obligatoriedad de todos nosotros el estar haciendo nuestro propio sentido, que es sin duda alguna el sentir de que todos procedemos de la misma Unidad.

Para sentir que somos libres es necesaria la contrariedad que define lo que creemos que somos, con el fin de proceder a lo absoluto, pues es difícil la espontaneidad del primer hacer que supone el encuentro con el fin de comprender el proceso de la atención, que supone no saber comprender nuestro propio sentir, que es diferente a la acción que es nuestro proceder, a la vez que no somos los que hacemos lo indeseable en nuestra acción, que es no saber actuar, ya que no podemos comprender los procedimientos de la no acción, que es no comprender el proceso de lo no creado, pues es contrario a la desenvoltura por no identificar el proceder que deriva de la perfecta sintonía para ser los que hagamos la voluntad, que es la derivación en el interior de la actual permanencia, a la vez que somos los que procedemos al hacer que es la voluntad del Ser

No podemos encontrar la derivación al suponer que la perfecta sintonía puede afectarnos que es suponer la no conveniencia, que es no encontrar la supuesta atención a la derivación por no contradecir que todos nosotros podemos ofrecer el sentir para estar en sintonía, para ofrecer la averiguación del saber de que todos podemos proceder en sintonía con el Ser

Ejemplo, hasta que no comprendemos que todos somos los que hacemos nuestro aprendizaje y que nunca podemos determinar la suficiente inspiración para entrever la posible actuación, para enfrentar que no todo lo que hacemos proviene de la estructura de nuestro interior, no sabremos concretar las posibles actuaciones para sentir que estamos haciendo el proceso de aprender. Es cuestión de asimilar que estamos corrigiendo el proceso de entender que el proceso que es de nuestro entender deriva del aprendizaje, que es singular a la procedencia de nuestro ser. Hasta no encontrar cómo es la concreción que deriva de la similitud que procede de la frecuencia originaria que es de nuestro interior y que es de la procedencia de la apertura al saber que es de nuestro aprender y que deriva de poder atender los procesos de nuestro aprender, no sabremos concretar la espontaneidad para entender lo que es que todos estemos interpretando la espontaneidad, que es interpretar el estado apacible que nos permita estimular la reproducción de ideas para concretar el estado de ser.

Es todo lo que hemos de entender para entender que en nuestro interior podemos comprender. Es el proceder en el interior entre lo que nosotros creemos ser y el objeto de la acción que es de nuestro vivir. Tal vez no podemos controlar la desconfianza que genera la espontaneidad para soportar las posibles desavenencias que son producidas ante la desconfianza de no improvisar y no es cuestión de no saber los desenlaces que son obvios, que es sin duda la contradicción que es comenzar a cuestionar los procesos de nuestro aprendizaje. Por doquier somos los responsables de la no reacción, pues es limitar que en nuestro interior surja el encuentro deseado para entender la propia respuesta al estar en la idea de la falta de lo propio que es no sentir al Ser, pues es difícil contener lo propio al no servir a los intereses de los demás, que es sin duda la reacción de no ser los que podamos ofrecer el conjunto de lo no creado al tener que ofrecer la no aceptación de lo que nosotros podemos engendrar, que es cuanto nosotros obviamos la necesidad de comprender la atención, pues es considerar que nuestro interior procede a la interpretación para después considerar el porcentaje de actuación, para interpretar los posibles desenlaces a la espera de la supuesta acción que puede considerarse ese hacer que interpreta la supuesta acción que es decidir la posibilidad de hacer el bien.

Podremos actuar con el fin de hacer el proceso que es decidir actuar en el interior, a la vez que podemos entender que nosotros contemplamos el proceso de ser los que podamos concretar que entendemos la acción.

Podemos continuar al ofrecer la variedad, al entender que no controlamos los aprendizajes hacemos el fin de la sociedad que abarca todo lo indeseable, que es sin duda alguna la transmutación del no hacer por la no reacción que imposibilita el despertar a la consciencia de la superación de los procesos de aprendizaje, por lo que considerando lo anterior, no sabremos definir el proceso de lo que es realmente nuestro hacer por lo que es la superación de nuestros aprendizajes por la reacción de lo que es la posibilidad de nuestro aprender, ya que la superación es individual para ofrecer el estudio de nuestro aprender.

Es de todos conocer lo importante para observar el estado general, para observar los obstáculos que acontecen en el camino y para observar nuestro proceder, pues lo que acontece es lo que es de nuestro aprender; es por lo que es desear que acontezca el entramado para nuestro aprender; es por lo que no podemos obviar lo que acontece. Sin saber lo que expresar, es obvio la saturación de lo que acontece para después reprimir el estado de amar, que desprecia la singularidad de todo aquello que no es el fruto de los saberes que nosotros hemos ido descubriendo, porque no es lo mismo la superación de los estados que son de nuestro hacer, en la situación que interviene la creación de los aprendizajes que son de nuestro observar, porque no es lo mismo el estar en la situación de aprender a responder a la situación de no hacer el estudio de ser los que podamos mantener el esfuerzo de los que aprenden.

Para mayor observación de los saberes que forman la parte más intelectual de los procesos de nuestro aprendizaje, podemos comprobar que no todos observamos que podemos construir el saber de lo que acontece, que es similar a la repuesta de lo que es un único hacer, porque es fruto de la conclusión que deriva de lo que son los haceres que son los que pueden construir la similitud del hacer que contiene el fruto del bien. Es para este proceso que nosotros podemos actuar pensando en la mayoría, que es sin duda lo que deberíamos ofrecer al prójimo.

Es la gran ocasión de fortalecer el hacer que deriva de la confianza de mantener el criterio, que es sin duda alguna la gran paz que hace mantener la confianza para ser los que podamos ofrecer el criterio de amar. Es sin duda alguna la fe que puede servir nuestro propósito para los aprendizajes superiores, que son los aprendizajes que suponen la superación de la no aceptación de lo que supone la insostenibilidad del proceso de aprender, porque es incuestionable que nosotros no procedemos a la superación de dichos aprendizajes sin la condescendiente misión de atribuir los esfuerzos a la conducta de la superación personal.

Podemos contener la programación de nuestro aprendizaje para proteger la propia conducta, que deriva de la falta de acceder al dominio para concretar el estado nuevo, que es la concreción de la nueva aventura que viene a desenvolver los porcentajes de actuaciones que pueden fomentar el exuberante dominio de la acción que puede sustituir el dilema de la no reacción, para desenvolver el propio sentir, que es instantáneo a la reacción y entender que podemos sustituir el proceso de nuestro comportamiento a la acción de ser los que podamos continuar en el propio proceso de fomentar el aprendizaje que corresponde a la realización de los propios estados para servir.

Para aprender a diferenciar el estado que puede servirnos de referencia para concretar el esfuerzo de permanecer en la unión y servir al proceso de aprender, es similar al procedimiento de la aplicación de la voluntad que deriva de la reacción al hacer, ya que sin el procedimiento de su acción que es lo singular a la reacción de entender nuestro proceso de aprendizaje, ya que la totalidad de nuestras acciones simulan la independencia que nuestro interior viene demandando. Al proceder así, encontramos el dominio de la acción al entender el proceso de la aplicación de la voluntad.

Se puede considerar la perspectiva de simular nuestro aprendizaje a la razón de poseer la felicidad que deriva de no cuestionar, para no comprender que los procesos de los otros son como los demás entienden que son y son así porque son como ellos creen que son, y sin entender el proceso por el cual ellos aprenden, que es de su ser singular que percibe la sincronicidad que demanda la alternativa y es entender que el único proceso viable para el estado de aprender propone la demanda que alegra la razón para comprender la sintonía que ofrece el Ser.

Es inevitable la contrariedad para comprender los procesos de nuestro aprendizaje que son los mismos para todos los seres. Es necesaria la recuperación de la gran cualidad que deriva de la comprensión de los futuros desenlaces que proceden del sentido común, para proceder a la alternativa de ser quienes podamos comprender al otro, que es sin duda alguna la cualidad del Juicio.

Es necesaria la atención a la demanda de aprender, ya que la singularidad de cada ser es la real para cada uno y así será hasta el fin del aprendizaje. A la vez, podemos comprobar que no podemos ofrecer lo auténtico para servir a los intereses del propio aprendizaje. Para comprender los procesos ajenos, amparando el servicio de ser aquellos que entendamos que no solo el Ser puede comprender la reacción y poder comprender los procesos de los aprendizajes de los demás, a la vez que podemos ofrecer atender los conflictos de los demás, que son los habituales a la comprensión de los aprendizajes, que por esa razón son desordenados y son proclives a la construcción de los aprendizajes individuales, hemos de entender la necesidad de la acción que es singular para cada ser y que puede ser el elogio que hemos pretendido obtener, por lo que es necesaria la atención, porque es el fin de la reacción que puede observarse el efecto de la concreción para sentir la necesidad de entender que los demás no son los que hacen su trabajo, que es la razón de no saber expresar que no todo lo que entendemos nos cuesta comprenderlo.

Es así la relación existente para entender que no todo proviene de lo entendible para proceder a la recuperación de los saberes que son los que pueden ofrecer el eterno sentir.

Podemos contemplar la perturbación emocional sin entender el proceso que la origina y sin saber comprender su proceso entendemos que el proceso no es nuestro, simplificando el entender que no tiene comparación con la contrariedad, que es dilucidar que no es de nuestra competencia para después no concretar el resoluto.

Es de nuestro entender que nosotros no podemos contrariar el pensar que los demás han obtenido con el uso de su razón, sin embargo, sí podemos entender nuestro proceso evolutivo que es en base a la perfecta sintonía que es del Ser en nuestro interior, para entender que los matices que entendemos son como nosotros hemos pensado y siendo de nuestro propio estado que refleja el ser que hemos entendido nos pertenece y sin sentir la procedencia que es del interior y que puede hacernos comprender que los procesos individuales son semejantes hasta la obtención del saber.

Para comprender la importancia de sentir la procedencia de nuestro interior hemos de comprender el proceso de ser los que normalmente hagamos el proceso de entender y que seamos los que entendamos nuestro aprender y, por consiguiente, el fruto de entender el proceso de lo que es pensar en el interior.

El juicio es la acción de emprender el uso de la razón y vamos conquistando esta cualidad para conseguir ser cada vez más inteligentes, que nos lleve a razonamientos para comprender lo que es Ser.

Limitar el aprendizaje de esta cualidad es no admitir que el otro es parte que razona y que hace uso de sus capacidades mentales según su vivencia, en base a comprensiones anteriores y en base a la comprensión que determina el encuentro con su interior para ampliar la conexión que le permita acceder a ideas que aumenten la lucidez para llegar a una mayor comprensión. [A este estado se le podría considerar que limita nuestro aprendizaje y se le podría llamar Vervain, como el nombre de la esencia que nos va a ayudar a establecer la sintonía con la frecuencia por donde el Ser envía información y es la información que puede hacernos comprender cómo es el aprendizaje de la cualidad del Juicio].

A la incapacidad para entender el proceso del uso de la razón y lo que queremos es que el otro haga lo que nosotros queremos, porque no somos capaces de admitir que el otro tiene capacidad de razonar y ser quien haga el deseo de su comprensión, al no admitir que el otro el libre, sin ser los que podamos ofrecer el encuentro con nuestro interior que nos provea del instinto de ser aquellos que pudiéramos razonar sobre lo que el otro es. [A este estado que desequilibra nuestro sistema, pudiendo desequilibrar el sistema que tiende a conservar la salud, se le podría llamar Vine, igual que a la esencia de las flores de Bach que nos ayuda a restablecer el original equilibrio que corresponde al natural encuentro con la frecuencia que puede hacer comprender cómo es el aprendizaje de la cualidad del Juicio].

Para avanzar en el sendero de la ALEGRÍA necesitamos aprender la cualidad de la AUTOCONSCIENCIA

Para avanzar en el sendero de NO TIEMPO necesitamos aprender ser la cualidad de la PRESENCIA

La autoconsciencia puede hacernos comprender lo que es la realidad.

Para avanzar en la realización de lo que es la comprensión de lo que somos tenemos que aprender a identificar la completa Sabiduría, que es la apreciación del no hacer, ya que somos los que podemos comprender la importancia del Amor.

Para observar la sabiduría es preciso la comprensión de lo que es Ser para ofrecer la propuesta de amar, y mantener la cordialidad y sentir que no todos podemos comprender la importancia de Ser. Es igual la no perturbación que identifica la cordialidad.

No podemos entender la cordialidad, que por supuesto no confiere el sentir de los otros, que no tiene que ver la condolencia para sentir la paz que es la máxima que es la que intuye el propósito de Ser, para no comprender el propósito que es de todos los que hemos de aprender y que tiende al inconveniente que es la espera de lo superficial que es no contemplar el Ser.

No podemos contemplar el desenlace que infiltra la no cordialidad para descubrir lo que todavía no podemos comprender y es que, al no comprender que todavía no hemos logrado el encuentro con el Ser, por lo que todavía no sabemos reaccionar y que son los posibles desencuentros, no podemos controlar el porqué de las reacciones y que son los posibles desenlaces inoportunos, que sin duda alguna puede infringir lo que tiende a la no reacción de lo que son los desenlaces sin ningún tipo de consideración hacia el otro, por lo que no se puede eludir el otro que es nuestro. No es comprensible lo que para nosotros no existe. Al no contemplar los desencuentros, no podemos afirmar la no comprensión, y es que no podemos comprender la importancia de nuestro aprendizaje para no observar el desenlace que tiende a la cooperación con los demás.

Es posible la no comprensión de los demás pero es necesaria la observación de lo que son.

Por eso, es importante la austeridad que infiltra la no contemplación, que no es todo lo esperado lo que tiende a la no contemplación. Por eso, no podemos soportar la no contemplación, que es no comprender la importancia de ser porque todavía no comprendemos que tú y yo somos Uno y es que al ser todos en Uno, no podemos soportar la contemplación, para no identificar lo que es todos en el Ser y, es así la contemplación, que es no contemplar el cuando no somos los que podemos ofrecer el completo saber de lo entendido y eres tú el que no tiene el porqué decir lo que significa contemplar para no ser el que diga lo que no es, pues todos sabremos contemplar.

No solo el desenlace de lo que tú eres puede significar la competencia para disfrutar de la presencia ante el Ser, pues no comprende que la perturbación emocional puede significar la no competencia, para no observar que los demás no pueden contribuir a la perfecta comunión con el Ser, puesto que no todos los que hacemos este camino de aprendizaje solemos disfrutar de la no contemplación, porque la virtud suele ser independiente de la procreación para no disfrutar de la contemplación que es el fin de la existencia.

Es de todos los que podemos ofrecer la comprensión el disfrutar de la no contemplación, que es no contemplar el que todos podamos estar en el Ser para no servir al proceso de la no comunión, al entender que los que hacemos este proceso podemos no disfrutar para luego el Ser también ser el que pueda ofrecer el propio Ser.

Esperar a que todos puedan ofrecer el propio sentir de ser el propio Ser. Esperar a contemplar los recursos de la no contemplación puede no poder disfrutar del propio Ser, que efectúa la propiedad para no disfrutar del Ser.

Podemos preparar la no contemplación, que es no disfrutar de la presencia ante el Ser, porque no podemos disfrutar de los primeros seres que hicieron el ajuste, que es disfrutar de la no seducción para conseguir el fruto del Ser, puesto que no somos los que pudiendo Ser seguimos el fruto de Ser, aunque, por supuesto, el Ser emite el pensar de todos los que hacemos este trabajo que es disfrutar del Ser, puesto que no siendo, es Ser. Solo es necesario realizar el ajuste para sentir Ser.

Entender los procesos de la procreación puede no comprender las desigualdades, que es no sintonizar con el deseo de advertir lo propio, pues no es lo propio lo que es proclive a la no comprensión por no ser lo auténtico el ser el que dicte la etimología de ser, pues es coherente la función de advertir lo propio, que sin duda alguna puede conducirnos a la desigualdad, que en demasía puede ofrecernos la desilusión de ser aquellos que no saben atender el proceso de la no contemplación.

Para no observar lo propio, puede observarse la desigualdad de ser el primer estado de apariencia que es el posible estado que acentúa la desigualdad, que es no contemplar los propios estados que puede observarse la cualidad para proporcionar el estado que puede proporcionar el estado de ser. Es individual la austeridad para no anteponer lo superfluo, que puede anteponer el estado de ser al oponente que perfecciona la resistencia. Sin la austeridad que pueda fortalecer el estado de Presencia no sabremos encontrar el perfecto estado que define lo propio de ser.

Es posible que no podamos encontrar el cómputo de nuestro hacer, que sin duda alguna nos hace ser, y es igual que la propia especie que disimula lo superfluo para poder engendrar lo conveniente, que puede significar la competencia de Ser.

Cuando no podemos encontrar el convivir que nos encaje a la manera actual de ser, quisiéramos ser distintos y no podemos encontrar cómo ser sintiendo el desapego que nos separa del resto, [A este estado se le podría considerar que limita nuestro aprendizaje y se le podría llamar Water Violet, como el nombre de la esencia que nos va a ayudar a establecer la sintonía con la frecuencia por donde el Ser envía información y es la información que puede hacernos comprender cómo es el aprendizaje de la cualidad de la Autoconsciencia], por lo que es imposible el encuentro para comprender el estado de Presencia, y no pudiendo comprender el estado que genera no saber el conflicto, que sin duda puede soportar la saturación de ideas, no podremos sentir el estado de tener lo posible para engendrar el sentir que puede hacernos comprender el profundo sentir, que es estar en Presencia ante el Ser y sentir la gran calidad de Ser, [A este estado se le podría considerar que limita nuestro aprendizaje y se le podría llamar Impatiens, como el nombre de la esencia que nos va a ayudar a establecer la sintonía con la frecuencia por donde el Ser envía información y es la información que puede hacernos comprender cómo es el aprendizaje de la cualidad de la Presencia], y sin sentir su Presencia, no podremos disfrutar el hacer que pueda significar la asistencia que engendre el bienestar que provoque el perder tu ser para Ser; pues no es posible el contener el premio interno, que es sentir el estado de tener el estado de Presencia, pues no es compatible la oscuridad para soportar a los otros que son los que no pueden comprender y que son los que no pueden obtener su propio saber, que es sin duda la mejor oportunidad que diferencia la estabilidad emocional de la gran perturbación que no puede encontrar el sentir que es la Unidad..

Cuando lo perfecto enuncia la posibilidad de entender el proceso de creatividad, suponiendo el estado que puede hacer entender lo propio por la autoexigencia de ser o de hacer, es el fin de tener la esperanza de ser quienes podamos continuar con el aprendizaje. [A este estado que desequilibra nuestro sistema, pudiendo desequilibrar el sistema que tiende a conservar la salud, se le podría llamar Rock Water, igual que a la esencia de las flores de Bach que nos ayuda a restablecer el original equilibrio que corresponde al natural encuentro con la frecuencia que puede hacer comprender cómo es el aprendizaje de la cualidad de la Autoconsciencia y de la Presencia].

Cuando tú no sepas la Paz, no sabes entender el estado de Ser. Así es el Presente: "el esfuerzo de la Unión". "Ser".

“Sin tener en cuenta los procesos de la procreación que se considera lo perfecto, puede considerarse que todos nosotros somos lo importante, cuando lo importante es el proceso de la atención, que es el que puede hacernos comprender el proceso de nuestro aprender que por supuesto son los que generan el aprendizaje”.

María Dolores Rojas